SaulMadriz

jueves, 3 de noviembre de 2011

Vestido blanco, si, como una diosa griega.

Siempre me había llamado la atención pero nunca le di importancia, hasta que apareció con su vestido blanco.. Entonces supe que llegaría mi día, era de esperar y me enseñé a mi mismo a conseguir lo que queria, sin importar las consecuencias .


Nos fuimos lejos, Amsterdam, ahí coincidir era fácil si sabes lo que buscas..
No llevaba su vestido blanco pero seguía siendo ella, ella y yo, ella y yo en Amsterdam.
Era la última noche y me propuse no dormir.. ¿ Para qué ? Joder, no había más noche!
Deambulamos haciendo tiempo hasta que decidimos tumbarnos y hablar, hablar hasta que el mundo se pusiera en marcha de nuevo.
Entonces pasó, sí, lo que tenía que pasar, yo necesitaba entretenerme y ella me entretuvo, me entretuvo entre sus labios lo que quedaba de noche..

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